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Cita

La Terapia Magnética, es un tratamiento por medio de la aplicación de campos magnéticos (imanes) en forma local o general. Su uso puede ser curativo o preventivo y principalmente se emplea para aliviar dolores. La teoría básica, es el uso de ondas magnéticas que atraviesa los tejidos, estas llegan a nuestros órganos internos y a nuestro sistema circulatorio, equilibrando el pH y la energía general del cuerpo, logrando una activación de las funciones orgánicas naturales de este. Tienen la ventaja de no ser invasiva y no presenta efectos secundarios. Se ha observado que mediante esta terapia, muchas personas encuentran una solución a dolencias que no habían podido sanar por largo tiempo, adicionalmente se logra regular el metabolismo del organismo, así como el potencial de hidrògeno (pH).

Terapia-magnética

Consiste en el reconocimiento de puntos de energía alterados en nuestro organismo y que en su conjunto están dando origen a una enfermedad o malestar de curso agudo o crónico.

Este reconocimiento se efectúa mediante la utilización de imanes pasivos (no electrificados nI conectados a maquinas eléctricas), que se aplican en diversas zonas del cuerpo como efectuando un rastreo o escáner diamagnético.

Una vez reconocidas y confirmadas las zonas que están alteradas en su potencial energético (que corresponden con órganos y tejidos que están sufriendo la distorsión, el terapeuta aplica un conjunto de imanes en esos puntos por un tiempo que fluctúa entre 10 y 15 minutos por cada uno y generalmente se aplican en forma simultánea.

Podríamos graficarlo como la existencia en el cuerpo de puntos específicos que van hermanados y presentan polaridades magnéticas contrarias, norte y sur tal como el imán común. Al igual que en caso de los puntos de acupuntura, las ubicaciones de estos pares diamagnéticos están ya definidos en un mapa del cuerpo.

Lo sorprendente es el descubrimiento de que cuando estos pares se desequilibran, en el polo sur de ellos se concentran focos de determinados virus (ya identificados por sus nombres) en un ambiente de pH ligeramente más ácido, mientras que en el polo norte se ubican ciertas bacterias también previamente identificadas, pero en un medio de pH algo más alcalino que en el resto de los tejidos.

Cuando a través de un singular test se identifican los pares biomagnéticos desequilibrados e infectados, sobre los puntos correspondientes de estos pares, se colocan imanes de la misma polaridad y de una fuerza superior a los 1000 gauss, lo que produce una interrupción de la retroalimentación energética y simultánea se tiende a corregir el pH alterado. Esto redunda en el exterminio de los mencionados microorganismos que pierden su sustento energético.

Para responder a esta pregunta, debemos recordar que todos los seres vivos nos mantenemos en estado de salud cuando existe un equilibrio energético en nuestros sistemas, órganos y tejidos; compuestos finalmente por una delicada y compleja estructura de células que están en constante intercambio de información entre ellas. A su vez, las células requieren de un medio ambiente apto para mantenerse en buen funcionamiento y en esto tiene vital importancia el equilibrio iónico entre ellas y su entorno.

Esto es: de cargas positivas y negativas, dando finalmente un equilibrio entre las cargas ácidas y básicas o equilibrio de pH. El cuerpo humano se mantiene en salud siempre que su pH se mantenga en un rango de neutralidad cercano al valor 7. Ahora bien, cuando hay una noxa actuando, llámese virus, bacteria, tóxico, hongo, trauma, etc., debido a la “mortificación” del tejido afectado, se produce una alteración de su pH y las células involucradas se ven alteradas en su función.

Es decir, la enfermedad o alteración de una parte del cuerpo necesita que se mantenga la distorsión o desequilibrio entre cargas positivas o negativas para poder sobrevivir como problema. Si se corrige la alteración iónica, desaparece el problema, ya que se vuelve al punto del equilibrio. De esto último se encarga el biomagnetismo, gracias su efecto de fuerza o energía de polaridad, la carga o polaridad magnética negativa es capaz de impactar a una carga similar patológica y al hacerla, encontrarse con su similar inversa (la positiva), anularlas hasta hacerlas de valor cero.

Entre los principales beneficios se destaca el incremento de la circulación, energizando y oxigenando la sangre. Lo que a su vez, estimula el proceso natural de sanación del cuerpo.

Su amplio rango de aplicaciones abarca tratamiento para la artritis, sanación de heridas, daños al sistema nervioso, síndrome del túnel carpiano, dolores por fracturas y las tan comunes y molestas jaquecas, procesos como la fibromialgia y el desorden del déficit atencional, inclusive esta terapia ha sido exitosa tratando los síntomas del stress, pero por sobre todos los estudios especifico, no cabe ninguna duda en su efectividad para aliviar los dolores.

Los vasos capilares son la clave para entender como los imanes alivian el dolor. Así mismo, los productos de desecho como el dióxido de carbono pueden regresar a la sangre para ser eliminados del organismo.

Esto nos ayuda a calmar el dolor, intensificación de este, no sólo elimina el dolor, sino que también estimula al cuerpo en su proceso natural de sanación en forma más rápida, puesto que provee por medio de la aceleración en el intercambio de fluidos del tejido dañado, logrando así disminuir la inflamación.

  • Aumenta el oxígeno de las células.
  • Reduce la retención de líquidos
  • Estimula y restaura el sueño profundo.
  • Combate la infección y ayuda a la curación biológica.
  • Reduce la inflamación.
  • Normaliza el balance ácido / base (pH).
  • Mitiga y quita el dolor
  • Promueve la agudeza mental y el razonamiento.
  • Promueve el efecto de tranquilidad.
  • Tiende a normalizar la presión sanguínea.
  • Ayuda a limpiar el colesterol y/o triglicéridos en arterias y venas.
  • Elimina los excesos de polaridad tendenciosa en el organismo generada por la influencia de las emisiones electromagnéticas de aparatos electrónicos (transformadores, TV, cableados, hornos microondas, celulares, etc.)

En teoría puede ejercer un efecto de corrección sobre todas las distorsiones energéticas que se alberguen en un organismo enfermo, cualquiera sea su origen. Tenga en cuenta que siempre debe ser realizada por un médico experto en el tema, basado en un diagnóstico adecuado y complementando otras terapias de ser necesarias.

El Biomagnetismo es compatible con cualquier otra forma de terapia de tipo energético, es decir puede utilizarse en conjunto con homeopatía, terapia neural, acupuntura, flores de Bach, Reiki, bioenergética, etc. También puede utilizarse en conjunto con tratamientos convencionales siempre y cuando se justifique su uso y no se disponga de otra alternativa. Sin embargo es frecuente que una vez comenzado el tratamiento con Biomagnetismo la dosis de remedios previos sean disminuidas gradualmente, incluso por el médico tratante convencional.

Lo importante es que el paciente mantenga un contacto fluido con su médico tratante y en conjunto con el logren establecer el mejor camino para la recuperación de la salud.

La curación absoluta de las diferentes patologías, sólo será posible cuando la distorsión energética no haya causado un daño estructural (celular) irreversible y cuando la capacidad de reparación no haya sido abolida por efecto de agente causal o de la droga aplicada previamente para intentar el control de la enfermedad. Es muy importante tener en cuenta que se tratan individuos, no enfermedades, por lo tanto, cada abordaje terapéutico es diferente según el paciente.