La homotoxicología es el estudio de las enfermedades causadas por la intoxicación progresiva del organismo que afecta las funciones metabólicas de las células, los tejidos y órganos del ser humano.
La homotoxicosis es la enfermedad que estudia la Homotoxicología, èsta se presenta cuando la cantidad de toxinas en el cuerpo supera la capacidad del mismo cuerpo para eliminarlas: dichas toxinas llamadas homotoxinas proceden del consumo frecuente y excesivo del tabaco, el alcohol, drogas, fármacos, conservantes, colorantes, alimentos con herbicidas entre otros, también proceden de toxinas producidas por el mismo cuerpo, provenientes de productos de desecho de procesos metabólicos como CO2, la urea, el ácido láctico, etc.
Esta escuela de la Homeopatía emplea la terapia antihomotóxica, la cual neutraliza las toxinas mediante la estimulación del propio sistema de defensa del cuerpo. Además utiliza medicamentos homeopáticos combinados para favorecer la desintoxicación del organismo y recuperar la salud, remedios alopáticos, acupuntura, plantas medicinales y/o terapia neural.
Los remedios antihomotóxicos se presentan en forma de comprimidos como gotas, pomadas, jarabe, supositorios, nebulizadores nasales y ampollas inyectables.
Las enfermedades más comunes, como reumatismo, artrosis, cáncer, trastornos inflamatorios, estados gripales, resfriados, alergias, alteraciones del sueño causadas por estrés, vértigo, así como enfermedades crónicas, autoinmunes y crónico degenerativas.
La ventaja de los remedios homeopáticos antihomotoxicos es que son eficaces y de excelente tolerabilidad, haciendo de esta terapia una alternativa segura para la mayoría de los pacientes, siendo útil para niños, personas alérgicas, pacientes polimedicados con tratamientos duraderos o embarazadas.
Teniendo esto como base el objetivo de la terapia antihomotóxica o de la Homotoxicología, es la estimulación de la capacidad de autocuración del organismo. El objetivo de los tratamientos homeopáticos y homotoxicológicos es conseguir la curación natural, siempre que sea posible.
Si esta curación no es posible, por la edad, baja vitalidad, etc. del paciente, la Homotoxicología intentará la involución del proceso patológico para obtener una mejoría. En las enfermedades progresivas con posibilidad de muerte, se intentará la conservación del estado de salud del momento, deteniendo la agravación progresiva de la enfermedad.
Tanto para la Homotoxicología como para la Medicina Biológica, no siempre el uso de medicamentos de activación (homeopáticos) es la solución al problema por sí solos. La auténtica curación viene cuando junto a los medicamentos antihomotòxicos, el paciente contribuye a este proceso con su motivación y el cambio en sus hábitos de vida (dieta, alimentación integral), y además se utilizan otras terapias antihomotòxicas como la fitoterapia, junto con terapia de sustitución o aporte que puede incluir suplementos nutricionales vitamínicos o de minerales. En los casos extremos incluso la alopatía y la cirugía correctiva.
La Homotoxicología trabaja a partir de sustancias altamente diluidas que dan el estímulo necesario para que el cuerpo recupere la salud de la misma manera que la homeopatía. Sin embargo, la Homotoxicología lleva a la Homeopatía a otro nivel asociando los medicamentos homeopáticos clásicos con vitaminas homeopáticas, catalizadores de procesos metabólicos y oligoelementos, entre otros.
La Homotoxicología, también utiliza en ciertos casos principios de Acupuntura y Terapia Neural. De esta manera, la Homotoxicología puede considerarse una Homeopatía ampliada y complementada.
Es efectiva ya que todos los síndromes y enfermedades son la expresión de la lucha del organismo contra las toxinas y su esfuerzo por neutralizarlas y eliminarlas. Por tanto, la Homotoxicología, será eficaz porque mediante la terapia antihomotóxica pretenderá culminar con estos objetivos y recuperar al cuerpo de los trastornos de salud presentes, siendo una terapia tolerante con el cuerpo de cualquier paciente como niños, personas alérgicas, mujeres embarazadas y pacientes con tratamientos polimedicados, con tratamientos duraderos: entre los más comunes están el reumatismo, la artrosis, el cáncer, trastornos inflamatorios, gripas, resfriados, alergias, enfermedades crónicas, autoinmunes y enfermedades crónico degenerativas.
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